Las Pymes afrontan el ejercicio que ahora se inicia con la necesidad de introducir mejoras en las distintas áreas de la empresa para incrementar su capacidad de competir en un mundo cada vez más global y marcado por la tecnología. Esas son algunas áreas a las que los empresarios tienen que prestar especial atención:
- Tecnología y automatización: completar el proceso de digitalización integrándolo con clientes y proveedores. Estas iniciativas deben formar parte del día a día y no deben limitarse a procesos internos (contables y administrativos). Hay que empezar a planificar el cambio de Excel por RP y CRM que controlen tiempos, ventas y que permitan organizar más y mejor.
- Aumento de la competitividad: optimizar las operaciones diarias controlando gastos y márgenes, para que los responsables centren sus esfuerzos en la comercialización y en la competencia. Las alianzas con los competidores son clave para comprar mejor. Es necesaria la incorporación de nuevos métodos de pago.
- Financiación: tradicionalmente se recurre a proveedores y a financiación bancaria como préstamos y líneas de crédito. En este ejercicio habrá que estudiar las nuevas fórmulas financieras como los contratos de Leasing y de Factoring. Asimismo, hay que valorar los “Fintech”, con plataformas de financiación colectiva como Crowdfundig y “Crorwdelending” (no figuran en el CIRBE).
- Marketing: es necesario mantener un sistema de actualización permanente de páginas web y redes sociales. Es un año para apostar por estudios del grado de satisfacción de clientes; el desarrollo de nuevos productos y servicios; el desarrollo de estrategias de colaboración con competidores para ofrecer un porfolio de producto más completo a los clientes y captar otros nuevos.
Comentarios recientes