La entrada en vigor del sistema de facturación electrónica VeriFactu, pieza clave en la digitalización de los sistemas de facturación y control contra el fraude, se retrasa de nuevo. El Gobierno ha aprobado, mediante el Real Decreto-ley 15/2025, una ampliación de los plazos que afecta de lleno a empresas y autónomos, que ganan un año adicional para adaptarse a las nuevas exigencias técnicas de Hacienda.
Qué se ha aplazado exactamente
VeriFactu es el nuevo sistema por el que los programas de facturación deberán generar registros inalterables y accesibles para la Agencia Tributaria, garantizando que no se puedan borrar ni modificar las facturas emitidas.
La obligatoriedad, prevista inicialmente para 2026, se aplaza ahora a 2027: las empresas sujetas a Impuesto sobre Sociedades pasarán a estar obligadas desde el 1 de enero de 2027 y autónomos y pymes desde el 1 de julio de 2027.
Motivos del aplazamiento
Hacienda justifica la prórroga por la necesidad de dar más margen para adaptar los sistemas informáticos de facturación y garantizar una implantación ordenada y homogénea en todo el tejido empresarial.
Asociaciones empresariales y de autónomos venían alertando de la falta de preparación técnica y de la acumulación de cargas administrativas, y han recibido el retraso como un “alivio” temporal, sin que ello suponga renunciar al objetivo de reforzar el control tributario.
Oportunidad para empresas y autónomos
Para despachos y departamentos financieros, este aplazamiento no debería interpretarse como una invitación a la inacción, sino como una ventana estratégica para:
- Revisar procesos internos de facturación y cierres contables.
- Elegir y testar soluciones de software compatibles con VeriFactu y con los futuros requisitos de facturación electrónica B2B previstos por la Ley Crea y Crece.
- Formar a los equipos administrativos y coordinarse con la asesoría fiscal para minimizar riesgos y evitar improvisaciones a última hora.
Claves del proceso
- El calendario cambia, pero la obligación no desaparece: VeriFactu y la factura electrónica obligatoria siguen siendo parte del plan de digitalización y lucha contra el fraude de la Agencia Tributaria.
- Anticiparse permitirá negociar mejor con proveedores tecnológicos, evitar prisas y posibles sanciones futuras por incumplimiento.
- Es un buen momento para alinear la estrategia de facturación electrónica con otros proyectos de transformación digital (ERP, CRM, conciliación bancaria, reporting fiscal automatizado).
En definitiva, el aplazamiento de VeriFactu ofrece tiempo extra, pero no conviene desperdiciarlo. Planificar ahora la adaptación normativa, con acompañamiento especializado, es la mejor manera de llegar a 2027 con sistemas sólidos, procesos más eficientes y menor exposición al riesgo fiscal.






Comentarios recientes